viernes, 1 de marzo de 2013
Nostalgia
Esos días. Sí, esos días en los que no sabes qué hacer, o qué decir. Ni si quiera tienes del todo claro cómo te sientes, sólo sientes que se escapan los segundos, cómo se escapa tu vida de entre tus inseguros dedos con cada respiración, con cada latido. Sabes que el tiempo no se detiene aunque tú lo hayas hecho, ni aunque no tengas ni idea de cómo seguir adelante, qué camino tomar ahora. Cada minuto que pasa, cada segundo, es un segundo que ha pasado, y ya nunca podrás recuperar. Todos los momentos y estados son efímeros, como la belleza, muchos dirán. ¿O será al contrario, y todo es eterno? Todos los momentos que has vivido, son tuyos, y aunque se acaben, siempre los repites una y otra vez en tu mente, como si se tratase de tu película favorita. Vuelves a sentir las miradas, las sonrisas, los abrazos, los besos... el viento en la cara y el deseo que eso no acabe nunca. Pero acaba. Y eso es lo triste, el sentimiento de no sentir nada. Felicidad y tristeza a la vez, que se anulan. La nostalgia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario